El principio del fin a casi 70 días de suspenso para 33 mineros atrapados en la mina San José, ubicada al norte de Chile. La perforadora T-130, denominada “plan B”, logra perforar el techo del refugio donde se encontraban los obreros, a 700 metros de la superficie, y debieron esperar hasta una semana más para comenzar su salida a la superficie.
El primer mandatario Sebastián Piñera pernoctó en el lugar y desde ahí ejerció sus funciones como jefe de Estado hasta que todos fueron rescatados, según portavoces del Palacio de Gobierno chileno. Incluso, Piñera pudo suspender una gira a Europa a partir del 17 de este mes si los trabajos se retrasasen.
Para disminuir riesgos, continuaron las operaciones de las otras dos excavadoras, la Strata a 587 metros de la superficie, y “plan C” a 350 metros. Este accidente hubiese obligado a las autoridades chilenas y mundiales a evaluar sus sistemas de seguridad laboral.
Luego que la perforadora T-130 llegó al refugio, se estudió si era necesario revestir con concreto las paredes del túnel, ya que está muy agrietada los primeros 100 metros desde la superficie, lo que pudo ocasionar que las cápsulas metálicas por donde salieron los obreros pudieron atascarse. Este proceso demoró entre dos días.
Una vez que se determinó que el hoyo está en perfectas condiciones, 16 miembros del equipo de rescate participarón en el operativo: 10 funcionarios de la estatal Corporación del Cobre, tres enfermeros submarinistas de la Armada chilena y el resto brigadistas de la región norteña de Atacama.
Dos de ellos, un experto en minería y un paramédico experto en rescate, bajarón hacia el refugio para ayudar a los mineros a utilizar las cápsulas de salvamento. Esto incluyó la colocación de un aparato que monitoreará las pulsaciones cardíacas, la colocación de lentes especiales para evitar que los rayos del sol dañaran sus ojos e instrucciones finales.
Finalmente, con el descenso del primer socorrista, Manuel González. El rescatista de la cuprífera estatal chilena Codelco, n tan sólo 17 minutos la cabina descendió por el ducto de 622 metros de largo y 66 centímetros hasta el espacio confinado.
Ya en el fondo, González fue recibido por los 33 mineros con abrazos y aplausos, tal como lo mostraba la televisión local e internacional, que transmitió cada segundo de las operaciones, tanto en el interior de la mina como en la superficie.
Cerca de las 10:30, Florencio Ávalos, de 31 años, capataz, casado, y hermano de Renán, otro de los mineros atrapados, abordó la Fénix 2 y emprendió el ascenso. Antes de las 10:50 ya el joven estaba abrazándose con su hijo y su mujer. También el presidente Sebastián Piñera le brindó un afectuoso saludo.
Los familiares, reunidos en las afueras del yacimiento aplaudieron y cantaron el himno nacional cuando descendió el primer socorrista.
El itinerario siguió como estaba previsto: Mario Sepúlveda, de 40 años, electricista, casado; Juan Illanes, de 52 años, minero, casado, veterano del conflicto entre Chile y Argentina en 1978; y Carlos Mamani, de 23 años, operador de maquinaria pesada, casado, boliviano y el único extranjero del grupo, Luis Úrzua, el último minero rescatado desde el yacimiento San José, en Chile, se dispuso a abordar la cápsula Fenix 2 para finalmente salir a la superficie y renacer de nuevo como parido por la tierra
Con el júbilo de los rescatistas y el recibimiento del presidente Sebastián Piñera, se escuchó el grito de la tan esperada frase: “misión cumplida Chile”, para finalizar con el canto del himno nacional de ese país, tras 69 días de incertidumbre.